El acumulador de ACS

Uno de los mejores sistemas de producción de agua caliente sanitaria es sin lugar a duda por interacumulador, ya que ofrece una gran serie de ventajas debido a que se calienta por un intercambiador de calor, entre estas se puede distinguir:

La posibilidad de estar utilizando varios puntos de agua caliente al mismo tiempo sin que se tengan perdidas de calor ni presión de agua.

Gracias a sus depósitos, en momentos donde se requiera suministrar grandes cantidades de ACS con calderas pequeñas no tendremos ningún tipo de problema.

Se pueden utilizar con cualquier energía solar, gas, gasóleo…

El sistema básico del que se componen los acumuladores es de:

Un deposito, en el cual se almacena el agua y se mantiene caliente gracias al aislante del que se recubre el deposito, suele ser una construcción estilo sándwich con una capa exterior de chapa, PVC o aluminio, una capa intermedia con un aislante como poliuretano de alta densidad, para que con una capa fina tenga una gran propiedad aislante. Y una capa interior que suele fabricarse en acero inox para que el agua que se acumule dentro esté protegida de las bacterias y no pueda corroer el deposito recogiendo las impurezas de la corrosión. En ocasiones para proteger al máximo de la corrosión el depósito estos vienen provistos de un ánodo el cual se tiene que cambiar eventualmente cuando se desgasta.

Un intercambiador de calor, el cual se usa además de para calentar el agua para mantenerla caliente cuando baja de temperatura. Éste suele ser un serpentín que está dentro del depósito y por el cuál circula el agua caliente de la caldera y cede al calor al agua del depósito.

Una resistencia, la cual funciona como la de un termo eléctrico normal calentando el agua del depósito y manteniéndola caliente en las ocasiones en las que la caldera no se encuentra funcionando.

Por supuesto tienen termostatos y termómetro para poder controlar la temperatura de estos.