Los hogares de calefacción

 Se están convirtiendo en una buena opción para los sitios en los que se dispone de chimenea o es fácil instalar una. Esto es debido a que la leña es de las opciones más económicas de combustible para calefacción y mientras disfrutas del placer y la comodidad de un buen fuego en un salón no se dejan perder calorías y ese mismo fuego calienta los radiadores de la casa y si se dispone de un acumulador también se puede disponer de agua caliente sanitaria (ACS). Los hogares para calefacción te los puedes encontrar básicamente de dos tipos, hogar de hierro fundido y hogar de acero.

El hogar de leña hierro fundido

Es bastante más caro que el de acero, pero su durabilidad es bastante mayor. Tarda mucho más tiempo en calentarse el agua pero después la mantiene caliente durante más tiempo.

El hogar de leña de acero

Es más económico que el de hierro y su durabilidad es menor en el tiempo, pero gracias a las técnicas de fabricación de acero de alta calidad ya no es tanta la diferencia que existe entre uno y otro pese a que el hierro fundido aguanta muchas más calorías y hace bastante menos ruido por las dilataciones. Pero lo bueno que tienen los hogares de acero es que su calor al agua es bastante más rápido que el de hierro.

Los hogares de calefacción de leña necesitan los mismos componentes que una caldera de leña: vaso de expansión, bomba circuladora, termostato… ya que su funcionamiento es el mismo que el de una caldera de leña convencional; lo bueno que le distingue de esta es que el hogar parte del calor que produce lo cede al ambiente donde esté instalado, por tanto te ahorras el calentar los radiadores de esa estancia.

Otra opción importante en estos momentos son los hogares insertables con turbinas. Estos en vez de ceder el calor a los radiadores lo ceden al aire, crean un circuito por dentro del insertable que expulsa aire caliente que puede ser dirigido a otras partes de la vivienda, normalmente, por medio de tubos de aluminio dando un calor de la misma forma que te la puede dar una bomba de calor. Normalmente estos insertables suelen ser de dos o cuatro salidas dependiendo de los kW que produzca y la fuerza de las turbinas.